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¿Quién lee mi radiografía de tórax?

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La nueva propuesta de los CDC sugiere permitir la lectura de radiografías de tórax a médicos asistentes y enfermeros especializados.

By Ann London BS. RT (R)(T) | Clinical Applications Specialist, Carestream

El Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH) de los Centros de Control de Enfermedades (CDC) de EE. UU. está determinando si se debe ampliar el programa federal conocido como “Programa B Reader”.  Este programa capacita y certifica a médicos en la lectura de radiografías de tórax para empleados que participan en programas de vigilancia de la salud. Se trata de identificar a trabajadores en riesgo de desarrollar neumoconiosis, una afección causada por la inhalación de minerales en polvo como el asbesto, el sílice y/o el carbón. Desde octubre de 2024, hay 184 profesionales que han obtenido el certificado “B Reader” en 35 estados y dos territorios de EE. UU. 

¿Deberían ser elegibles los médicos asistentes (Physician Assistants, PA) y enfermeros especializados (Nurse Practitioners, NP) para la certificación del Programa B Reader?

La certificación B Reader exige capacitación adicional y aprobar un examen formal, que se debe repetir cada cinco (5) años para mantener el estado de B Reader. Los radiólogos completan más de 20 000 horas de experiencia clínica antes de obtener el certificado para poder interpretar imágenes radiográficas. En comparación, se les exige tan solo 500 horas a los enfermeros especializados (NP) y 2000 horas a los médicos asistentes (PA). ¿Se sentirán seguros estos profesionales para interpretar una radiografía de tórax?

Las radiografías de tórax representan alrededor del 12 % del total de procedimientos de imágenes médicas, lo que significa que uno de cada 10 exámenes se centran en el tórax. Los exámenes radiológicos de tórax pueden presentar dificultades a la hora de su interpretación y ser un auténtico reto para profesionales con menos experiencia.

Si bien el objetivo principal del Programa B Reader es el diagnóstico de la enfermedad pulmonar ocupacional, quienes cuenten con esta certificación son también responsables de reconocer e identificar todos los hallazgos que sean clínicamente importantes. Lo que lleva a una preocupación adicional de diagnosticar pacientes de manera errónea u omitir potencialmente otras anomalías que podrían suponer un riesgo importante para el diagnóstico y cuidado del paciente. Los radiólogos torácicos certificados expresaron su opinión ante el Colegio Estadounidense de Radiología (American College of Radiology, ACR), haciendo hincapié en la inmensa dificultad que representa identificar los umbrales de la enfermedad pulmonar intersticial en radiografías de tórax, refiriéndose a ello como “una de las tareas más difíciles que se les pide que lleven a cabo”.

Si los radiólogos certificados con frecuencia tienen dificultades con las complejidades de las radiografías de tórax (como identificar las diferencias entre opacidades reticulares o vitrales, consolidaciones y aberturas en la pared de los bronquios, distinguir entre asbestosis, bronquitis ocupacional y silicosis, descartar neoplasias, sarcoidosis, neumonía intersticial u otras afecciones), además de permitir que personas sin título médico también lean estos exámenes, podría no darle seguridad al paciente.

Por otro lado, los trabajadores de la salud continúan sintiendo agobio por programaciones ajetreadas y una escasez de personal, como lo refleja un estudio del Instituto Nacional de la Salud (NIH) de 2023 que indica que entre un 54 % y un 72 % de radiólogos intervencionistas y de diagnóstico presentaban síntomas de agotamiento.

Especialmente en zonas rurales subdesarrolladas, añadir estas responsabilidades a los médicos asistentes y enfermeros especializados podría mejorar significativamente los tiempos de espera para el diagnóstico de los pacientes. Al obtener la certificación B Reader, se ampliaría potencialmente la función de los médicos asistentes y enfermeros especializados dentro del sistema de atención médica. Esto crearía más oportunidades para el avance profesional, en especial para los profesionales con más experiencia.

En el caso de médicos asistentes y enfermeros especializados que actualmente ofrecen servicios de detección a trabajadores en áreas marginadas, obtener la certificación B Reader beneficiaría enormemente a estas grandes poblaciones, que incluyen a los mineros.

Asimismo, se debe tener en cuenta el tiempo, el dinero y la energía que conlleva la obtención y posterior renovación del certificado B Reader, según lo afirma un médico jubilado que decidió no renovar su certificación B Reader debido a los gastos y al desplazamiento implicados. Es preciso preguntarse quién debe ser responsable del costo de obtener y renovar el certificado, ¿la persona o el hospital?

¿Usted qué opina?

Si se aprueba la propuesta de los CDC, ¿podrían los médicos asistentes y enfermeros espcializados ser elegibles para leer otros exámenes en el futuro?

Quedan aún muchas preguntas sin responder en torno a esta propuesta y de cómo esperan los CDC que evolucione el Programa B Reader.

Tendremos que esperar para conocer la reacción del resto de la comunidad médica y de adquisición de imágenes médicas, pero estamos ante una propuesta que como mínimo resulta interesante.

¿Tiene alguna opinión al respecto? Indíquelo en los comentarios o envíenos un mensaje a través de nuestros canales en las redes sociales: LinkedIn, Facebook, Instagram.

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